En los últimos años, pocas áreas de investigación han logrado tantos avances e hitos como en el estudio del envejecimiento, conocido como investigación de la longevidad. La longevidad, que significa vida prolongada, es mucho más que el antienvejecimiento. Mientras que el antienvejecimiento pretende ralentizar el proceso de envejecimiento, la longevidad pretende detenerlo e incluso invertirlo. El objetivo no es sólo prolongar la vida, sino sobre todo aumentar significativamente la duración de la salud.
La investigación sobre la longevidad ha demostrado que, por delante de la enfermedad y sus síntomas, la edad biológica es el mejor presagio de la aparición de la enfermedad y la mortalidad. En consecuencia, la medicina de la longevidad se centra en la medición precisa de la edad biológica, el uso de los métodos más avanzados y la optimización del estilo de vida para reducir la edad biológica y ralentizar su progresión en la medida de lo posible. Según David Sinclair, una lumbrera en el campo de la investigación sobre la longevidad, ya ha nacido la primera persona que vivirá hasta los 150 años.
Hitos de la investigación sobre longevidad
¿Por qué está en auge la investigación sobre la longevidad? La popularidad de la investigación sobre la longevidad se atribuye a la creciente concienciación e interés de las personas por su salud y bienestar, así como a los avances de la ciencia y la tecnología en los últimos 15 años. Además, hay un aumento de los conocimientos y la tecnología en áreas como la genética, la epigenética, la investigación con células madre y la inteligencia artificial. Esto permite a los científicos comprender mejor los mecanismos del proceso de envejecimiento y desarrollar nuevos enfoques para ralentizarlo o invertirlo.
La investigación sobre el envejecimiento recibe numerosos premios Nobel en la última década
En las últimas décadas, la investigación sobre el envejecimiento ha avanzado notablemente y se ha convertido en un importante campo de investigación, ya que la población de muchos países, especialmente en Alemania, Estados Unidos y Japón, envejece cada vez más.
2009
El Premio Nobel de Medicina fue concedido a Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak por su descubrimiento de la enzima telomerasa y su papel en la protección de los telómeros, que forman los extremos de los cromosomas. El descubrimiento de la telomerasa reviste especial importancia para el estudio del envejecimiento, ya que el acortamiento de los telómeros desempeña un papel crucial en el envejecimiento celular.
2012
La capacidad de la metformina para prolongar la vida de los ratones fue demostrada por primera vez por los investigadores Rafael de Cabo y David Sinclair.
2012
El científico japonés Shinya Yamanaka recibió el Premio Nobel por la reprogramación celular mediante cuatro proteínas endógenas. Los llamados factores Yamanaka pueden poner a cero el reloj del desarrollo celular.
2013
El Premio Nobel de Medicina fue concedido a James Rothman, Randy Schekman y Thomas Südhof por sus descubrimientos en el campo de los sistemas de transporte intracelular que regulan la liberación de moléculas dentro de las células. Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad.
2013
Identificación de la senescencia como factor clave del proceso de envejecimiento por los investigadores Judith Campisi y Francis Rodier.
2013
Un equipo de investigadores dirigido por Steve Horvath ha desarrollado un reloj epigenético que puede medir la edad biológica del organismo con más precisión que la edad cronológica.
2015
El Premio Nobel de Química se concedió a Tomas Lindahl, Paul Modrich y Aziz Sancar por sus descubrimientos de los mecanismos de reparación del ADN. El descubrimiento de estos mecanismos es de especial importancia en la investigación sobre el envejecimiento, ya que el daño del ADN desempeña un papel significativo en el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad.
2016
El Premio Nobel de Medicina fue concedido a Yoshinori Ohsumi por sus descubrimientos sobre la autofagia, un proceso en el que las células descomponen componentes dañados o innecesarios para obtener energía y nutrientes. La autofagia también es inducida por el ayuno y desempeña un papel crucial en la mejora de la salud y la reparación celular.
2016
El dasatinib y la quercetina prolongan la vida de los ratones, según han descubierto los científicos James Kirkland y Tamara Tchkonia.
2017
El NMN prolonga la vida de los ratones e invierte el proceso de envejecimiento. David Sinclair y Shin-ichiro Imai demostraron por primera vez que el envejecimiento puede invertirse.
2018
Los científicos Manuel Serrano y María Abad desarrollaron un nuevo método de rejuvenecimiento celular basado en la "reprogramación celular parcial", en la que las células vuelven a un estado similar al de las células madre.
2019
El Premio Nobel de Medicina fue concedido a William Kaelin Jr, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza por sus descubrimientos sobre la detección y adaptación al oxígeno. Sus descubrimientos muestran cómo responden las células a la falta de oxígeno y cómo puede desencadenar esta respuesta el ayuno.
2019
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado una nueva versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), en la que las "Deficiencias funcionales relacionadas con la edad o el envejecimiento" figuran como categoría diagnóstica independiente. Se abre así oficialmente la puerta a considerar el envejecimiento como una enfermedad.
2020
El alfa-cetoglutarato prolonga la vida de C. elegans, según descubrieron las investigadoras Ivana Bjedov y Linda Partridge.
2022
El científico Hao Huang demostró en un estudio en humanos que el NMN aumentaba los niveles de NAD+ en un 30% en 60 días.
2022
Yi et al. demostraron en un estudio en humanos que el NMN aumenta significativamente los niveles de NAD+, mejora la resistencia en carrera y mejora la salud cardiovascular.
En particular, las investigaciones sobre el impacto de un nivel elevado de NAD+ para detener e invertir los procesos de envejecimiento se consideran prometedoras. Los principales investigadores de la Universidad de Harvard consideran que el NMN es un componente fundamental, ya que el organismo produce NAD+ a partir de él. Puede encontrar más información sobre el NMN aquí.